Piel seca

La piel seca carece de hidratación y, a menudo, también de lípidos (grasas naturales) que forman la barrera protectora de la piel, por lo que se siente tirante, especialmente después de lavarte la cara o ducharte, escamosa o con parches secos o con una molesta sensación de picazón. Además, la piel tiene una apariencia opaca, luce sin brillo y acentúa las arrugas y líneas de expresión.

Cuando la barrera cutánea está comprometida por la sequedad, la piel es más vulnerable a factores externos y pueden provocar irritaciones y enrojecimiento; se puede experimentar escozor o ardor con ciertos productos; empeora condiciones preexistentes como el eccema o la dermatitis; y en casos severos, la piel puede agrietarse, lo que puede ser doloroso y abrir la puerta a infecciones.

Este tipo de piel necesita limpiadores suaves que no resequen, en formato crema o leche, que eliminen impurezas sin despojar a la piel de sus aceites naturales esenciales; Sérums para atraer y retener la humedad, aportando una hidratación profunda y rellenando sutilmente las líneas de expresión; cremas hidratantes nutritivas que hidraten y reparen la piel castigada; y como rutina semanal un extra de hidratación y lípidos con mascarillas para aliviar instantáneamente la piel seca y estresada.

Nuestros productos están formulados específicamente para nutrir e hidratar la piel seca, ayudando a restaurar su equilibrio y confort, y con su uso constante conseguir una piel más suave, flexible, confortable y radiante.